sábado, 29 de marzo de 2008

Dylan es mucho Dylan o el reencuentro con la Ranita Sexy…


Después de esperar horas y filas interminables , verlo aparecer en el escenario fue un evento, mas que esperado necesario, atrás habían quedado las simpáticas incursiones del tipo “revolución”, que clamaba entre la multitud, el regreso de no se que fantasmas revolucionarios y la liberación de barrabás, o el tipo que gritaba “Dylan es dios” haciendo aspavientos de rock, sin contar la famosa ola en las gradas, que paso de raquítica a un intento desesperado por no aburrirse… y ahí estábamos después de mucho tiempo, mis nuevos amigos, conocidos del concierto. Todos con un plan distinto y una motivación inexplicable para estar ahí. Erick y Paty con hambre, otros cansados, uno que otro con la cámara escondida entre la ropa, rogando que no la encontrara la vigilancia. El saldo final: ropa interior quemada, (Eso paso de moda en los 60s me dijo acertadamente la buena Buba) el tipo revolución en la cárcel y minutos que pasaban lentamente.

En el concierto andaba todo mi mundo conocido, se podía ver gente de Durango a donde voltearas, la banda de los Bukowsky con sus respectivas acompañantes u amigos, la distancia de Durango a Zacatecas no es mucha, pero ya contando lo que llevaban formados en promedio tendrían unas once horas, la oportunidad de verlo después de 18 años sin tenerlo por acá, sin contar el orgullo que nos producía que hubiera dedicado una canción a la ciudad “Romance in Durango”.

Al fin salio, sin mueca de agrado, sin dirigir la mínima palabra al respetable, toco varios instrumentos, haciendo notorio como disfruta la música, bailando y esbozando tímidas sonrisas como en complicidad con sus fanáticos. Toco muchos de sus éxitos, pero en el público era mayor el entusiasmo que la energía. Más notorio en mi caso, derivado de los pasados días de aventurera, las cuatro horas esperando, habían revivido, el cansancio, y los pies ampollados, pero estaba ahí, contenta de haberme puesto en primera fila… “la suerte es buena me decía” no pare de moverme todo el concierto, la pena valía bailar lo que se pudiera, con las restricciones obvias de espacio, pero había vivido cosas peores en el desierto. Cansancio, incomodidad y el dolor ya no eran suficientes para no disfrutar de la música… y “Dylan es mucho Dylan” que podría agregar ahora, que no se hubiera dicho antes, todo estaba cumplido para los afortunados de esa noche, se despidió con sus músicos y la misma mueca sin emoción, indescifrable de un gusto oculto, a pesar de que el publico coreo como nunca su nombre.
Caminando temprano y al ubicarme donde estaba, me supe fuera del local de la “Ranita Sexy”… cerrado por la hora, ya no se ni que venden, pero lo encontré otra vez como una aparición, me dio gusto, pero no me detuve, inmediatamente me fui.

viernes, 14 de marzo de 2008

Virtuti et Merito o la inteligencia radical


Un dia mas en Durango...
caminar por la ciudad se ha convertido en algo dificil

amenazas de bomba, palomas suicidas
mucha obra publica y eventos federales.
ayer... noche de ballet Hungaro y peliculas Italianas...
bendita noche y bendito partido de la seleccion Mexicana
que metio desde temprano a la gente a sus casas...
para caminar a oscuras... y en paz.

www.natiyadeleche.blogspot.com

El arte son gritos de hombres desesperados, les da miedo la multutud, les da miedo el amor, ese grito es un miedo demencial... un grito que la muchedumbre no escucha.